sábado, 18 de octubre de 2008

Proclamación de la Palabra.

1ª Cor. 12, 9-12.

A otro, fe por el mismo Espíritu, y a otro, dones de sanidades por el mismo Espíritu;

A otro, operaciones de milagros, y a otro, profecía; y a otro, discreción de espíritus; y a otro, géneros de lenguas; y a otro, interpretación de lenguas.

Mas todas estas cosas obra uno y el mismo Espíritu, repartiendo particularmente a cada uno como quiere.

Porque de la manera que el cuerpo es uno, y tiene muchos miembros, empero todos los miembros del cuerpo, siendo muchos, son un cuerpo, así también Cristo.

Monición de entrada.


Queremos aprender a orar con el corazón, por eso Señor danos la ayuda, la fuerza de tu Espíritu Santo para saber orar y aprovecharnos de ese rato contigo, para encontrar la paz que necesitamos, para el bien de todos los que nos rodean.

Vamos a orar desde el corazón, desde nuestro pequeño corazón humano, pero que cuando se une con el corazón manso y humilde de Jesús no se puede medir, es infinito... como el de Jesús.

Oración de alabanza.


Danos un corazón grande para amar, danos un corazón fuerte para luchar.

¡Sabemos que tenemos y podemos hacer cosas maravillosas!
La tarea es ardua, pero hay que intentarlo. Nos han encomendado la casa de este mundo. Todo lo que Creador hacía en él, es ahora tarea nuestra.

Danos un corazón grande para amar, danos un corazón fuerte para luchar.

¡Qué magnífica tarea tenemos encomendada!
Encender para todos el sol de la vida cada mañana, y sacar brillo a la luna para que relumbre por los caminos de sombra en los que muchos andan.
¡Hay que poner sumo cuidado en esta casa/planeta que nos han regalado!
Hagamos una Constitución fundada en el valor de la persona. Que se haga presente el amor, el respeto, el servicio mutuo, el desvelo de los unos para con los otros.

Danos un corazón grande para amar, danos un corazón fuerte para luchar.

No seamos ingenuos: mientras nosotros dormimos, otros trabajan por sus propios intereses, para someter a las gentes, aplastar a los pueblos, llenar a tope sus arcas.
¿No veis cómo trabajan cerrando la boca a los que gritan, segando la vida a los que piden libertad, apaleando a los que trabajan por la paz, encarcelando a los que claman por la dignidad...?

Danos un corazón grande para amar, danos un corazón fuerte para luchar.

Si hoy viniera el Señor y Dueño de la casa y nos pidiera cuentas, ¿cuál sería el resultado de la auditoria...?
El Dueño de la casa avisa:
"Os digo a todos: Trabajad con ahínco en la tarea que os tengo encomendada.
Servid, roturad, sembrad con alegría y no lo queráis hacer todo vosotros, dejad algo para Mí, que miro las cosas con más clama..."

El corazón.


El corazón es lo más bello y delicado que habita en nosotros.

Es como la raíz de nuestra vida.

Es como el manantial de nuestro río. Si nuestro corazón está vacío y es libre, todo nuestro ser será transparente y luminoso.

Estamos invitados a desplegar nuestro corazón, a tomar conciencia de cómo es y cómo está, abrirlo a Dios y dejar que lo cambie.

Recuerda...


...todo el amor que ha salido de tu corazón hacia los seres queridos, todo el amor de tu corazón hacia tu familia, tus amigos, tus compañeros de trabajo, la gente necesitada...

Agradece...

...El haber podido amar tanto.

Todos los buenos sentimientos de amistad, paz, alegría, fraternidad...

Que te haya dado un corazón fuerte para luchar cada día, para entregarte a cada instante a tu trabajo, a tu familia, a superar las dificultades.

En silencio...

Pon ante el Señor tu corazón para que Él lo sane con su perdón. Un corazón herido y vacío, ocupado por otros tesoros: la soberbia, el orgullo, tu propio yo, preocupaciones excesivas, el quedar bien, el miedo al qué dirán, no arriesgar todo por la verdad...

Pide.


Que cambie tu corazón de piedra en un corazón de carne, en un corazón de ternura, de amor, de compasión y misericordia.

Que no permita que salga de tu corazón expresiones duras, insinceras, que alejen a los demás de tu persona.

Ofrece tu corazón para que Él pueda seguir amando por medio de ti.

viernes, 17 de octubre de 2008

Oración


"Enséñame, Señor, a vivir el don de cada día, sin otros planes que los tuyos, los de cada día.
Que pueda maravillarme de tu amor, Padre, cada día.
Que pueda verte a Ti escondido en él, cada día.
Dame un corazón, Señor, humilde y paciente con el sufrimiento de cada día, fuerte en la lucha de cada día, amoroso en la oración de cada día.
Que cada día sepa confiar en Ti, Padre, dejando el mañana en tus manos, sin inquietud ni prisas.
Que cada día, al amanecer, estrena tu paz, Don del Espíritu en mi vida de cada día, recibiendo de Ti, cada día, salud o enfermedad, éxito o fracaso, progreso o retroceso. Que pueda verte a ti, Jesús, haciendo conmigo mi vida de cada día, con la sencillez y la humildad de mi ser pobre y humilde caminante. Sabiendo que Tú, haces camino conmigo, cada día."

Papi, ¿cuánto ganas?

Papi, ¿cuánto ganas por hora? Con voz tímida y ojos de admiración, un pequeño recibía así a su padre al término de su trabajo.
El padre dirigió un gesto severo al niño y repuso:
- Mira hijo, esa información ni tu madre la conoce. No me molestes, estoy cansado.
- Pero papá -insistía el pequeño- dime por favor cuánto ganas por hora.
La reacción fue menos severa, el padre sólo contestó:
-VEINTE euros por hora.
- Papi, ¿me podrías prestar DIEZ euros? -preguntó el pequeño.
El padre muy enojado y tratando con brusquedad al hijo, le dijo:
-Así que esa es la razón de saber cuánto gano. Vete a dormir y no me molestes, ¡muchacho aprovechado!
Había caído la noche. El padre había meditado sobre lo sucedido y se sentía culpable: ¡tal vez su hijo necesitaba algo!
En fin, como quería descargar su conciencia dolida, se asomó al cuarto del niño. Con voz baja preguntó:
- ¿Duermes, hijo?
- Dime, papá. -respondió el niño.
- Aquí tienes el dinero que me pediste -respondió el padre.
- Gracias, papá -contestó el pequeño y metiendo su manita bajo se almohada, sacó unos billetes y dijo:
- Ahora ya completé, papi. ¡Tengo VEINTE euros! ¿Me podrías VENDER UNA HORA DE TU TIEMPO?

CRIA TUS HIJOS CON UN POCO DE HAMBRE Y UN POCO DE FRÍO


El amor que les tenemos a nuestros hijos nos lleva muchas veces a cegarnos y a olvidar lo que los hará felices a la larga. Es muy común en estos tiempos que los padres de familia, sobre todo los de ciertos recursos económicos, les construyamos un mundo irreal, sacado de un cuento de Walt Disney, así de la realidad.

Cuando tarde que temprano el cuento termina, nuestros hijos se enfrentan a un mundo que desconocen, que no comprenden, lleno de trampas y callejones sin salida que no saben sortear, y las consecuencias son peores a las que quisimos evitar.

Hace poco la imagen de un padre con lágrimas en los ojos conmovió profundamente al mundo entero. Pelé, el gran ídolo del fútbol de los últimos tiempos, quien a diferencia de otras ocasiones, dio una de las ruedas de prensa más tristes y dolorosas de su Vida: su hijo, Edson de 35 años, fue arrestado junto a 50 personas más en la ciudad de Santos Brasil.

El hijo de Pelé fue acusado de asociación delictiva con narcotraficantes y puede ser condenado a 15 años de cárcel. Con lágrimas en los ojos, el ex futbolista brasileño admitió públicamente que su hijo resultó involucrado en una pandilla de traficantes de cocaína arrestados por la policía. Pelé dijo a los medios: "como cualquier padre, es triste ver a tu hijo metido en grupos como ése y ser arrestado, pero él tendrá que sufrir las consecuencias". Y agregó, "desafortunadamente, yo quizás estaba demasiado ocupado y no me di cuenta."

Es lamentable, porque yo siempre he peleado contra las drogas y no noté. Lo que pasaba en mi propia casa. Pelé es un personaje mundial admirable como deportista y hombre honesto que no perdió su humildad como otras figuras del deporte. Sin embargo, es triste que un hombre bueno y talentoso como él se haya "distraído" en su jugada más importante: la formación de sus hijos.

La historia de Pelé no es un hecho aislado. Por desgracia es la vida de cientos de padres de familia de estas épocas atrapados en una agenda saturada de trabajo y de fuera de casa.

Papás que compensan la falta de atención a sus hijos con bienes materiales. Los inscriben en las mejores escuelas, los rodean de lujos y comodidades y piensan que con eso ya cumplieron con su tarea de padres, cuando lo único que han logrado es formar niños que desconocen el hambre y tiran lo que no les gusta. Hijos tiranos, pequeños monstruos insoportables y prepotentes que sufrirán y harán sufrir a sus semejantes porque desde pequeños se han salido con la suya.

Muchachitos que creen que sentir frío o calor es cuestión de aire acondicionado, que el cansancio que han sentido se limita a caminar unas cuadras porque no hallaron estacionamiento frente a la discoteca, jovencitos que piensan que el trabajo de los padres es firmar cheques para que ellos tengan todo lo que se les antoja.

¿Qué posibilidades tienen nuestros hijos de convertirse en hombres y mujeres de bien si los papás les damos todo y no les educamos la voluntad?
¿Qué hijos estamos formando si con nuestra actitud les mostramos que el dinero es lo más importante en la vida?

Confucio decía "Educa a tus hijos con un poco de hambre y un poco de frío".
Proverbios señala "Corrige a tus hijos". Cuánto bien hacen los padres a los hijos cuando ponen esa máxima tan sencilla en práctica. Y cuánto daño les hacen al ponerles todo en bandeja de plata.

Hay muchas realidades que como padres quisiéramos desaparecer; el sufrimiento de los hijos, el exceso de sudor, de esfuerzo, y las carencias económicas. Sin embargo, quizás esas realidades no los hagan felices de momento, pero a la larga puedan forjarlos como hombres y mujeres de bien. Ojalá que más padres de familia tengan la inquietud de enterarse por dónde andan sus hijos.

Que no les vaya a pasar que cuando tengan tiempo deban decir: "Estaba demasiado ocupado y no me di cuenta".

"ENCARGATE HOY DE LO POSIBLE QUE DIOS SE ENCARGARA POR TI DE LO IMPOSIBLE".

PASALO A TODOS LOS PADRES QUE CONOZCAS, O A LOS QUE LO SERAN PRONTO, A TUS FAMILIARES, AMIGOS Y CONOCIDOS. POR EL BIEN DE NUESTROS HIJOS, PUEDES AYUDAR A ABRIR LOS OJOS EN ALGUN HOGAR.