"Los cristianos conocemos bien la oración que Cristo nos enseñó. Un día el sacerdote escritor José Luis Martín Descalzo ideó esta oración “al revés”. Si la leemos con atención descubriremos algunas ideas de mucho interés.
“Hijo mío que estás en la tierra, preocupado, solo, tentado. Yo conozco de sobra tu nombre y lo pronuncio santificándolo, porque te amo.
No estás solo, sino habitado dormí, y juntos construiremos ese Reino del que tú vas a ser heredero.
Me gusta que hagas mi voluntad, porque mi voluntad es que tú seas feliz, ya que la gloria de Dios es el hombre vivo.
Cuenta siempre conmigo y tendrás el pan para hoy; sólo te pido que sepas compartirlo con tus hermanos.
Sabes que perdono tus pecados antes, incluso, de que los hayas cometido.
Por eso haz tú lo mismo con los que te ofenden.
Y también, para que nunca caigas en la tentación, aférrate fuerte a mí y yo te liberaré del mal, querido y pobre hijo mío”.
El Padre nuestro ha sido comentado en miles de ocasiones por santos y escritores pero ésta es realmente original y nos ayuda a reflexionar sobre lo que Dios, en lo que podemos alcanzar, nos está diciendo de continuo a cada uno.
Recordemos el testimonio de su Hijo (“El Padre y yo somos una misma cosa”)."
Posteriormente reflexionamos sobre nuestras vidas con el PowerPoint "Disfruta tu café".
1 comentario:
Hola, soy Eli
Me encanta el blog que has creado, así podemos compartir las reuniones si no podemos asistir por alguna causa.
Además, me ha aclarado mucho las ideas con respecto a la misión y cómo tenemos que realizar las visitas.
Me encantó que compartieras por aquí lo visto en el curso que dieron con los misioneros.
Un millón de gracias (y de amigos...)
Un besote
Elisandra
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