sábado, 23 de enero de 2010

Oratorio para niños.

Hoy, en San Sebastián (de Gáldar) se realizó un ORATORIO PARA NIÑOS.
Fue dirigido por el misionero Luis y con la colaboración de las misioneras.
El acto, tan sencillo y tan profundo, consistió en:
Cada niño fue entrando en la ermita, uno a uno, y las misioneras les imponían las manos mientras les decía palabras tranquilizadoras ("Dios está contigo", "La paz en tu corazón",...) creando un ambiente positivo y relajado. Los chicos se iban colocando en el altar, sentaditos en las sillas colocadas en coro para tal fin.

En el centro de ellos se encontraba un cirio y una biblia con dos velas, una a cada lado.
El misionero fue explicando a los niños cómo habíamos entrado en la casa de Dios y con la tranquilidad que teníamos preguntó por los objetos que les rodeaba (el Cristo, la Virgen, el Sagrario, el Cirio, la Biblia,...).


Habló de Nuestro Señor, cómo fue capaz de morir en la cruz por nosotros, porque no hay miedo si estamos al lado de Dios.





Nos contó lo que era el Sagrario, de sagrado, porque Dios es Sagrado.
Encendió el Cirio y habló de la llama, de cómo ilumina y nos saca de la oscuridad, de cómo parece que nos habla con su "baile".



La misionera Cristina se encargó de leernos un párrafo de la Biblia, de la Palabra de Dios, que posteriormente dialogaron los niños sobre él.





Luego se puso una canción de Juan Luis Guerra (personalmente debo reconocer que no conocía esta faceta del cantante y me sorprendió gratamente) "Tan solo he venido". La oyeron y hablaron sobre lo que decía, especialmente el estribillo.

Se puso algo de música de relajación para que los niños y familiares rezaran un poco, con los ojos cerrados, interiorizando las palabras sobre Dios y nuestro ser: "Queremos tener a Dios en nosotros". Haciendo una petición especial que luego se pudo compartir: Por los niños de Haití, por nuestras familias,...

Finalizamos el acto rezando la oración que Jesús nos enseñó, el Padre Nuestro. La despedida fue un proclamar nuestro amor con el beso de nuestros hijos.


Desde aquí volver a agradecer a los misioneros/as la labor que están realizando en nuestra Parroquia, ya que en algunos casos se está plantando la semilla, en otros se está regando y en otros casos se está podando los malos hábitos y poniendo varas nuevas en las ramas cambadas o cansadas.

Posiblemente el orden del acto no sea este y seguramente no transmito aquí todo lo que se vivió, pero esta experiencia me ha gustado muchísimo y espero, sinceramente, que se tome nota y de vez en cuando se realice algún ORATORIO PARA NIÑOS, ellos son nuestro futuro cristiano y a ello nos hemos comprometido desde su bautizo.

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