domingo, 23 de noviembre de 2008

Cuando recéis, rezad así:

dice la estampa que "en medio de un mundo dividido, marginado, sin rostro, los discípulos de Jesús, claman:

Padre nuestro que estás en el cielo. Santificado sea tu nombre.
Santificado sea tu nombre de Padre-Amor.
Venga a nosotros tu reino.
Venga tu Reino como Buena Noticia para los pobres.
Hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Hágase tu voluntad, que como Padre es la realización, el desarrollo integral de todos y cada uno de los hombres.
Danos hoy nuestro pan de cada día.
Danos ese pan compartido, el único que crea dicha y fraternidad.
Perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden.
No nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal.
Líbranos del pecado de la indiferencia, de guardar silencio ante la injusticia, de no querer conocer el rostro del pobre, del pecado de egoísmo, afán de tener y sed de poder.
Amén.

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