Los frutos que nos pide el Señor, son los frutos del amor y la verdad, los frutos de la misericordia, verdad, perdón, amor, solidaridad...
- Señor, pódame, para que dé más fruto.
- Señor, vacíame, para que corra en mi toda tu sabia. Quiero ser como la caña que tú vacías para convertirse en flauta.
- Señor, libérame del follaje de mis vanidades.
- Señor corta mis ataduras y mis apegos.
- Señor mójame con el agua de tu costado.
- Señor, caliéntame con el sol de tu presencia y de tu amor.
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