viernes, 17 de octubre de 2008

Papi, ¿cuánto ganas?

Papi, ¿cuánto ganas por hora? Con voz tímida y ojos de admiración, un pequeño recibía así a su padre al término de su trabajo.
El padre dirigió un gesto severo al niño y repuso:
- Mira hijo, esa información ni tu madre la conoce. No me molestes, estoy cansado.
- Pero papá -insistía el pequeño- dime por favor cuánto ganas por hora.
La reacción fue menos severa, el padre sólo contestó:
-VEINTE euros por hora.
- Papi, ¿me podrías prestar DIEZ euros? -preguntó el pequeño.
El padre muy enojado y tratando con brusquedad al hijo, le dijo:
-Así que esa es la razón de saber cuánto gano. Vete a dormir y no me molestes, ¡muchacho aprovechado!
Había caído la noche. El padre había meditado sobre lo sucedido y se sentía culpable: ¡tal vez su hijo necesitaba algo!
En fin, como quería descargar su conciencia dolida, se asomó al cuarto del niño. Con voz baja preguntó:
- ¿Duermes, hijo?
- Dime, papá. -respondió el niño.
- Aquí tienes el dinero que me pediste -respondió el padre.
- Gracias, papá -contestó el pequeño y metiendo su manita bajo se almohada, sacó unos billetes y dijo:
- Ahora ya completé, papi. ¡Tengo VEINTE euros! ¿Me podrías VENDER UNA HORA DE TU TIEMPO?

No hay comentarios: